DíA veinte

Escritura:

“Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga; Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros, Selah para que en la tierra sea conocido tu camino y en todas las naciones, tu salvación.”

Salmo 67:1-2

Comentario:
Esta es una oración por bendición, pero no es egoísta. El salmista pide la gracia y el favor de Dios para que Su camino sea conocido y Su poder salvador se vea en toda la tierra. Así puede lucir la oración desesperada: un anhelo de que Dios se mueva en tu vida de tal manera que otros vean quién es Él.

La bondad de Dios hacia nosotros nunca está destinada a detenerse en nosotros. Está destinada a extenderse, a nuestros hogares, nuestras comunidades y hasta los confines de la tierra.

Práctica:
Pídele a Dios que sea bondadoso contigo hoy. Pídele que Su rostro brille sobre tu vida de manera que revele Su poder y Su carácter. Pide que el efecto de Su presencia en ti sea innegable para quienes te rodean.
La oración desesperada sostiene una visión global, desea que Dios sea conocido en todas partes por quien realmente es.

Oración Guiada:

Padre Celestial,
Hoy me acerco con valentía a Tu trono,
pidiendo gracia para cubrir mi pecado,
misericordia que supere mis fracasos,
y fuerza que venza mis debilidades.

Te pido que Tu bendición repose sobre mi vida
y que Tu rostro brille sobre mí.
Así como me has salvado, salva a otros.
Así como me has enseñado, enseña a otros.
Así como me has enviado, envía a otros.
Edifica Tu reino aquí,
en la tierra como en el cielo.
Muestra Tu poder a las naciones,
revela Tu gloria a quienes
aún no han visto Tu rostro.

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