DíA dieciOCHO

Escritura:

“Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrarle a tu siervo tu grandeza y tu poder; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra capaz de hacer las obras y los prodigios que tú realizas?”

Deuteronomio 3:24

Comentario:
Moisés había visto las plagas en Egipto, el Mar Rojo abrirse y el maná descender del cielo — y aun así, ora por más. “Apenas has comenzado a mostrar tu grandeza.” Esto refleja un corazón agradecido que todavía tiene hambre de más de Dios. La oración desesperada no es solo pedir ayuda; es un anhelo profundo de conocer más a Dios.

Nadie más puede hacer lo que Dios puede hacer. No hay comparación. No hay rival. Y siempre hay más de Su grandeza por descubrir.

Práctica:
Pídele a Dios que despierte en ti un sentido de asombro nuevamente — no solo por lo que Él ha hecho, sino por quién es Él. Pide ojos para ver Su poder obrando en tu vida. Pide un corazón que permanezca con hambre de conocerlo más.
Deja que tu desesperación profundice tu deseo de ver más de Su grandeza.

Oración Guiada:

Padre Celestial,
Hoy reconozco que hay tanto de Ti
que aún no conozco,
y tanto de Tu obra en el mundo
que todavía no he visto.
Me humillo ante Tu grandeza
y las obras poderosas que sigues haciendo.
Tú eres el Dios de toda la creación,
y Tu poder no tiene igual.
Tú eres el único Dios verdadero,
y es mi gozo servirte.
Dios, no quiero perderme
la obra que estás haciendo en mí
ni la obra que estás haciendo alrededor de mí.
Cautívame con Tu grandeza
y conquista mi corazón para Tu propósito.
Aumenta mi conocimiento de Ti
y sigue mostrándome lo que estás haciendo,
para unirme a Ti donde ya estás obrando.
Hoy te alabo por Tu fidelidad,
y mañana lo haré también.

Anterior
Anterior

DíA diecisiete

Siguiente
Siguiente

DíA diecinueve