DíA dieciséis

Escritura:

“Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama, se le abre.”

Mateo 7:7-8

Comentario:
Jesús no solo nos invita a orar, Él nos dice que pidamos, busquemos y llamemos. En el idioma original, estas palabras implican una acción continua: sigue pidiendo, sigue buscando, sigue llamando, ilustrando una búsqueda persistente y llena de fe. Jesús nos enseña algo sobre el corazón de Dios: que Él recibe con agrado nuestra necesidad constante, nuestras preguntas repetidas y nuestras oraciones insistentes.

Lo que buscas, tiendes a encontrar. No porque la oración garantice lo que quieres, sino porque Dios promete responder, hacerse encontrar, abrir la puerta y dar buenos regalos a quienes siguen viniendo a Él.
La oración desesperada se aferra, no a los resultados, sino a Aquel que responde.

Práctica:
Acércate hoy a Dios con persistencia. Sigue pidiendo. Sigue buscando. Sigue llamando. Él acoge tu búsqueda. Pide un corazón que no pierda el enfoque en la oración. Pide ojos para reconocer dónde ya está obrando. Pide fe para seguir viniendo, aun cuando las respuestas parezcan tardar.
La oración desesperada persevera porque creemos que Dios está escuchando.

Oración Guiada:

Padre Celestial,
Hoy pido, busco y llamo.
Dame la confianza de saber
que Tú escuchas y respondes mis oraciones.
Cada oración que pronuncio
llega a Tu trono.
Tú me has prometido
que todo el que pide recibe,
y todo el que busca encuentra.
Hoy pido sin vergüenza Tu ayuda.
Traigo las cargas pesadas
y las situaciones que no puedo cambiar,
y te las entrego por completo.
Haz lo que solo Tú puedes hacer.
Buscaré Tu rostro porque
Tu presencia es el camino hacia mi gozo.
Atráeme a Tu bondad amorosa
y a Tu abrazo cálido.
Llamaré a las puertas del cielo,
sabiendo que Tú deseas escuchar mis peticiones.
Hoy pido, busco y llamo
para recibir los regalos, pero más aún,
para ser recibido por el Dador.