DíA CATORCE

Escritura:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.”

Marcos 12:30-31

Comentario:
Cuando le preguntaron a Jesús qué era lo más importante, dio una respuesta clara: Amar a Dios. Amar al prójimo. Esta es la base de una vida fiel. Amar a Dios con todo el corazón, el alma, la mente y las fuerzas es darle todo, no por obligación, sino en respuesta a quién es Él y lo que ha hecho.
La oración desesperada realinea nuestros corazones con lo que más importa. Silencia el ruido y nos atrae de nuevo a un amor que no nace de nosotros mismos, sino que es formado por el Espíritu y enraizado en la gracia.

Práctica:
La oración desesperada nos lleva de nuevo a amar a Dios y a amar a los demás. Pídele a Dios que profundice tu amor por Él hoy, con tus pensamientos, tu energía, tus afectos, con todo tu ser. Pide gracia para amar a las personas que te rodean de maneras específicas, costosas y significativas. Deja que este mandamiento moldee tus pensamientos, emociones y acciones mientras avanzas en tu día.

Oración Guiada:

Padre Celestial,
Hoy enfoco mi corazón, mi alma,
mi mente y mis fuerzas en Ti.
Gracias por amarme primero
y darme el ejemplo de amor perfecto.
Guíame a priorizarte por encima de todo,
poniendo Tu voluntad en el centro de mi vida.
Ayúdame a amarte con todo lo que soy
y con todo lo que tengo.
Enséñame a amar genuinamente a otros
así como Tú me amas incondicionalmente.
Ayúdame a ver a los demás con Tus ojos,
recordando que todos fuimos creados a Tu imagen.
Que Tu amor se desborde de mí
hacia las vidas de quienes más lo necesitan.
Dame sabiduría para actuar con amor,
sirviendo a otros desinteresada y sacrificialmente,
tal como Jesús lo hizo por mí.
Ayúdame a honrarte en la manera en que amo hoy
y a reflejar Tu gracia y misericordia a los que me rodean.

Anterior
Anterior

DíA TRECE

Siguiente
Siguiente

DíA quince