DíA NUEVE
Escritura:
“Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.”
Santiago 1:5
Comentario:
La desesperación a menudo viene acompañada de confusión, cuando no sabes qué hacer o cómo avanzar. Pero este versículo deja algo claro: Dios no es tacaño con Su sabiduría. La da libremente, y no te avergüenza por necesitarla. No tienes que resolverlo todo antes de orar. Solo tienes que pedir.
Práctica:
¿En qué área necesitas sabiduría ahora mismo? Sé específico, nombra la situación o la decisión que tienes delante. La oración desesperada requiere que admitamos lo que no sabemos y que creamos que Dios sí lo sabe.
Pídele a Dios claridad.
Pídele que guíe tu próximo paso.
Pide con fe, confiando en que Él quiere y ama dirigirte.
Oración Guiada:
Padre Celestial,
Hoy vengo a Ti reconociendo con humildad
que me falta la sabiduría que necesito.
Tú lo sabes todo.
Tú lo puedes todo.
Donde yo tengo límites y debilidades,
Tú no tienes ninguno.
Perdóname por las veces
en que confío en mi sabiduría limitada
en lugar de acudir a Ti por la Tuya.
Vengo ante Ti con humildad,
pidiéndote con anhelo Tu sabiduría.
Ayúdame a discernir Tu voluntad
en cada situación que enfrento.
Recuérdame que no te decepcionas
cuando vengo a Ti,
y que nunca se agotan Tus recursos.
Siempre tienes todo lo que necesito.
Gracias por Tu fidelidad
y Tu generosidad para conmigo.